El curanto: La palabra curanto viene del mapudungun curantü, que significa "piedra calentada por el sol". Es quizás la preparación que se realiza con mayor esmero. Para su preparación, primero se hace un hoyo, luego se cubre el fondo con grandes piedrecitas, sobre las que se hace una buena fogata para que las piedras se calienten hasta ponerse rojas, además se ponen hojas que son generalmente de pangue. Una vez reducida .s las hojas, se retiran los tizones y se vacían sacos de almejas, choros o cholgas, navajuelas y picorocos. Queda listo para echar todo lo consistente en carnes, como longanizas, pollo, chancho ahumado y chorizo, previamente aliñado, debe quedar cerca de las piedras para un mejor cocimiento. Se vuelve a tapar todo, pero con hojas de repollo (coles) y agregando arvejas, habas, milcaos y chapaleles. Se tapa nuevamente con hojas de repollo y con sacos paperos mojados, dejando todo sumamente tapado, dejándose cocer al vapor
aproximadamente una hora.
Licor de oro: Se prepara con leche cortada con aguardiente o alcohol y se deja por cinco días, se retira el jugo que constituye el suero de la leche más el alcohol. Es puesto en botellas donde toma un color amarillento, lo que ha hecho que se le llame así
Chapaleles: Pan hecho de harina cruda que se cuece en agua con sal y tiene la forma de una sopaipilla cuadrada. Se come con miel al desayuno.
Milcaos: Se hacen en base de papas ralladas, las que son previamente estrujadas hasta dejar la ralladura bien seca, es unida a otra cantidad de papas cocidas y molidas. Se forma así una masa a la que se le pone sal y manteca. Para que queden aún más sabrosos se le agrega una porción de los infaltables chicharrones de chancho. Su cocción puede ser al horno o en manteca bien caliente.
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